Asociaciones de Vecinos de Irala y Torre Urizar
Desde marzo 2010, la Comisión por la CasaTorre compuesta por dos AA.VV. y varios colectivos del barrio, ha colaborado directamente con la junta de gobierno muncicipal, en el diseño de la Casa Torre como “Centro Cultural para todo el Barrio”.
Por sorpresa, en septiembre el Sr. Azkuna en dos visitas rompe la baraja y regala a los jubilados de Irala la CasaTorre. ¿Cuál ha sido la razón del cambiazo?
A los dos meses de su apertura, la alcaldía buzonea un tríptico de propaganda, pero no habla de los jubilados, que ocupan dos de las tres plantas. Sólo habla de “la nueva biblioteca municipal”. ¿Por qué silencia el uso principal? Curioso, ¿verdad? La biblioteca figuraba en nuestro proyecto integral y sólo nos ponían pegas.
En el panel del “Plan E” para la restauración figura: “creación de un centro musical”. Nuestro proyecto contemplaba un espacio para actuaciones, que por cierto se ha insonorizado a tal fin con los costes consiguientes. Ahora se utiliza para jugar a cartas, y un cartel: “sólo socios”. Improvisación y fraude.
En las cuatro reuniones con la alcaldía, tampoco nos han dado ninguna razón consistente.
Era que iba a albergar a los jubilados de Zabala y San Adrián. ¡Falso! Ni se les había consultado, ni lo hubieran aceptado
En Irala, sólo consultó a la Junta, al colectivo no. Constatamos creciente división de opiniones. La Junta habla de 150 afiliados nuevos. Pero calla cuántos están dejando de acudir al nuevo centro..
El concejal Barkala dice que “la petición de los jubilados es también antigua”. ¿Pero, cómo no lo planteó en los seis meses de alentar el otro proyecto?
Arguyeron humedades. Bastaban unas obras de aireación para subsanarlo. Haber dedicado a ello el excedente de 18.000 € que la junta de jubilados devolvió al Ayto.
En las obras de acondicionamiento, hace sólo cinco años, gastaron la importante suma de 360.00 €, que ahora quedan para pasto de las ratas. El centro bien puede catalogarse entre los diez mejores de Bilbao. Despilfarro e improvisación.
Alegaron nuevas actividades. Al preguntarles, no mencionaron ninguna, ni han inaugurado ninguna. La sala de cartas, principal actividad, no les es suficiente y usan también parte de la planta superior. En consecuencia, “por falta de espacio no se admiten más socios”. Elemental falta de previsión.
La alcaldía alardea de la participación ciudadana e invierte dinero en campañas. En este caso han destrozado una participación ejemplar de varios colectivos. Todo un engaño.
Se nos rieron al denunciar que la operación sólo busca un escaparate para que Bilbao entre en la Red de Ciudades Amigas de la Tercera Edad, promovida por la UNESCO. Pero, no lo desmintieron. Otra medalla para Azkuna.
Las únicas verdades confesadas por los miembros de la Junta de gobierno. El sr. Aldekoa: “no hemos hecho bien las cosas”. El concejal Barkala: “el servicio de los jubilados es más fácil y barato de mantener”. Les falta reconocer su desprecio a las AA.VV.
Resultado: poner de pantalla a los jubilados para robar al barrio el símbolo cultural que le corresponde.
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